Sí, se acabó... Nuestro tercer último cuatrimestre finalizó, situándonos un poquito más cerca de ser licenciados en Pedagogía... Aquello que parecía que tan díficil iba a ser, "como íbamos a tener actualizado semanalmente nuestro blog? No tenemos tiempo!!..." Se ha podido realizar, y dejando patente una gran creación de blogs (entre todos).
Debo decir, realmente, que realizar esta asignatura, ha sido "guay", ya que hemos aprendido a hacer uso de un medio de comunicación, cada vez más utilizado en nuestra vida diaria: La red. Hemos plasmado opiniones, hemos reflexionado sobre vídeos, textos de otros autores, hemos recordado nuestro paso académico al largo del tiempo, hemos compartido experiencias, hemos aprendido de las aportaciones de nuestros compañeros, hemos realizado una gran investigación, en definitiva, hemos trabajado! Y lo más importante, es que lo hemos hecho de manera dinámica, entusiasta, siempre aprendiendo de los demás e intentando mejorar nuestros propios errores, buscando alternativas a todos aquellos impedimentos que se han ido apareciendo a lo largo del camino, siempre con la ayuda de todo aquel que estuvo a nuestro alcance. Porque formamos un gran grupo de compañeros! (Y profe!!) Jeje.
Por todo esto, me alegro haber cursado esta asignatura, porque hemos aprendido un poquito más, y porque hemos conocido un poquito más, aún, a nuestros compañeros de clase!
Esto ya se acaba!! (Yo quiero ya mi foto de licenciada! Jejeje). Weno, gracias a todos, por hacer que esto se hiciera un poquito menos difícil. Que tengais un buen verano!
El día 6 de julio de 1985 nació una personilla que lo único que hacía era llorar… Y este es el primer recuerdo que tengo al empezar la guardería. Los vecinos me llamaban la cantora, porque a todas horas lloraba, y el único recuerdo que retengo en mi mente sobre el comienzo de mi etapa escolar, es que mi madre me llevaba a la guardería, que estaba a unos pasos de casa, y yo me quedaba mirando desde el ventanal del edificio, llorando (o gritando), como mi madre se marchaba. De mi infancia más temprana no guardo ningún otro recuerdo.
Algo que tengo presente, al comenzar Parvularios, es que las profesoras me llamaban Isabel, y tuvieron que citar a mis padres, porque cuando me llamaban, hacia caso omiso. Este hecho se produjo, porque en mi ámbito familiar y más cercano, siempre se han dirigido a mí como María Isabel, y al llegar al colegio, no asociaba Isabel con mi persona. Ahora en cambio, soy Isa para todos, excepto mi familia, que se muestra conservadora con mi nombre.
Lo que recuerdo de esta etapa escolar, era la hora del patio, los columpios que componían el recinto del patio, unos tubos qué pintamos nosotros mismos, unos toboganes, una zona de jardín, y otra de pista,… De los profesores, no mantengo ningún tipo de recuerdo. Fue un momento más de ocio, de juego, de exploración del medio, en el que todavía no era consciente de lo que hacía allí.
E.G.B.
De igual modo que en la etapa anterior, los recuerdos que tengo de ésta son bastantes distendidos, ya que no recuerdo con exactitud cómo fueron esos años pasados en el Mossén Ramon Bergadà, de Constantí.
De los maestros que tuve para ese entonces, los recuerdo prácticamente a todos, aunque tengo más presentes a aquellos que fueron mis tutores, y en especial, al profesor Castillo, el cual había dado clases a mis tíos, y en 5º de Primaria (porque me tocó el cambio legislativo de la LOGSE), lo tuve en la asignatura de visual y plástica. A este profesor lo identificaba, por lo mucho que me habían hablado de él. Era el típico profesor conservador, con una enseñanza estricta y radical, y el cual me cogió una gran simpatía por el parentesco de mis familiares, a los cuáles siempre había admirado.
Me emociono cada vez que me cruzo con alguno de estos profesores y me reconocen, o al menos te miran pensando “me suena su cara”. Son muchos años los que he pasado con ellos, y gracias a ellos, hoy estoy aquí.
MIS RECUERDOS MÁS RECIENTES (E.S.O. y Bachillerato)
Los recuerdos más presentes que tengo almacenados en mi mente, son el proceso de la ESO y bachillerato. Estos cursos, los realicé en el IES Constantí, Instituto, que actualmente, es considerado como un CAEP (Centro de Atención a la Educación Preferente), y con toda la razón, porque en mi promoción ya se veían algunos personas que estaban ahí por edad, porque tenían que estar, pero que no harían otra cosa en su vida, que perder el tiempo y echarse ellos mismos a perder. A pesar de todo ello, el que quería estudiar, lo conseguía, aquí tenemos la prueba, finalizando, por fin, 4º de carrera.
Desde bien pequeña, siempre tuve las mismas amistades, tanto en el colegio, como fuera de él, aunque con el paso del tiempo fui decantándome por aquellas que habían estado desde que nací, hijos de los amigos de mis padres, y con los cuáles me crié, aunque algunos de ellos hoy sigan su camino. Podemos decir, quizás, que yo era la más modosita, o porque no, la más inteligente de mi círculo de amistades del colegio (a la vista está, soy la única que he seguido con una trayectoria educativa eficiente). En la etapa de secundaria fui dejando a muchas de ellas por el mal camino, así que me reubiqué dentro de mi círculo de amistades de siempre, y seguí disfrutando de mi adolescencia, sin dejar escapar la oportunidad que se me presentaba, pero claro, pronto llegaría el auge de la adolescencia, la llamada “edad del pavo” y las pocas ganas de hacer nada.
Recuerdo perfectamente las excursiones que hicimos a lo largo de los ciclos de secundaria, junto con mis compañeros y profesores, el crédito de síntesis, donde en tercero lo realizamos en Figueras, con una serie de actividades entretenidas y dinámicas, la visita al museo Dalí (admirable), y las mini-fiestas que nos montábamos por la noche en el mismo lugar donde residíamos por unos días. Por supuesto, en 4º de ESO realicé el mejor viaje de mi vida, con todos mis compañeros y amigos, y uno de los profesores que siempre está ahí cuando necesito ayuda académica, y por el cual, hoy estoy aquí (más adelante me centraré en este aspecto). El destino fue SANXENXO (Galicia). Me veo en la obligación de decir, que a una hora de viaje, debieron parar el autobús debido a que una alumna se puso enferma (YO? Jeje), vino la ambulancia, me llevaron al hospital más cercano, y me aconsejaron que me fuera a casa, o que hiciera una dieta exhaustiva durante mi estancia en Galicia, y así lo hice, me fui con todos aquellos que hoy forman parte de mis recuerdos más preciados. (Tranquilos, sólo fue un corte de digestión).
Y aquí llegó el momento de decidir que iba a hacer con mi futuro, seguir en Bachillerato o recibir Formación Profesional. Mi decisión fue: Intentar superar el Bachillerato. Y ahí es donde me reencontré con todos mis grandes amigos, a los cuales admiro y dedico gran parte de mi tiempo. Debo destacar, que entre todos ellos, yo soy la más peque, todos son un año mayor que yo, por lo tanto podéis deducir, que si me encontré con ellos en 1º de Bachillerato, es evidentemente porque prácticamente todos (los chicos) habían repetido. Aquel curso fue como tomarse un año sabático, pero con la obligación de ir cada día a clase. Diariamente nos encontrábamos en el Instituto, con la finalidad de jugar a cartas, dibujar en las mesas, hablar, reír, y un sinfín de cosas que realizábamos en el aula (excepto estudiar). Recuerdo perfectamente, una profesora en especial, de latín, Sílvia Icart, que automáticamente llegaba a clase y nos dividía por grupos: Aquellos que querían atender al lado derecho de la clase, y a los que no al lado izquierdo. Evidentemente, yo elegía quedarme en aquel lugar donde tan bien me lo pasaba. Otra de ellas, María, era la profesora de Matemáticas aplicadas a las ciencias sociales, a la cual nadie hacia caso, así que llegaba y se ponía a escribir, en solitario, en la pizarra. (Creo que ya entendéis porque mi Instituto está dotado como CAEP). En todas las asignaturas era prácticamente la misma situación. A medida que pasaba el tiempo, mis compañeros y amigos iban abandonando el aula y los estudios, y aquello empezaba a tener forma de clase de alumnos de secundaria. Era el momento de comenzar con el trabajo de investigación (el famoso Treball de Recerca), pero tomé la decisión de dejar de estudiar, así que ni me molesté en citarme con mi tutora y mucho menos empezar a trabajar en él. En ese momento, el profesor del que os hablaba antes, que algunas de mis compañeras tienen el placer de conocer, por los numerosos trabajos que hemos realizado con su ayuda, Josep Rius, habló conmigo y me hizo ver las capacidades y habilidades que yo tenía para seguir estudiando. Entre este profesor y mi propia tutora del Trabajo de Investigación, Carme Pedrol, me hicieron ver una nueva visión, y antes de comenzar el verano y finalizar las clases, me puse las pilas con el Treball de Recerca con la finalidad de presentarlo al año siguiente, lo que ello quería decir que intentaría sacarme los estudios de bachillerato.
Obviamente, tuve que repetir curso, porque aquel desmadre no me permitió recuperar prácticamente ninguna asignatura en la llamada “Semana de Suficiencia”.
Cuando me tuve que volver a matricular, lo hice del Bachillerato Humanístico, ya que las matemáticas, no eran mi punto fuerte. Aún quedaban muchos de mis amigos en el aula, pero ya no era lo mismo, el interés había aumentado por mi parte, y muchos de ellos acabaron dejando los estudios, dejándome prácticamente sola, con el resto de mis compañeros, conocidos, pero no amigos. Creo que eso, en parte me ayudó, porque el hecho de no tener a nadie de confianza con quien hablar continuamente, me hizo prestar más atención y ponerle más énfasis en aquello que hacía. Y así conseguí sacarme 1º de Bachillerato y promocionar al segundo curso, en el cual me encontré a algunas amigas más, pero ellas “buenas estudiantes”, que habían repetido curso. El proceso de enseñanza-aprendizaje fue mucho más sencillo en este segundo curso, aunque tuve algunas diferencias con algunos profesores, especialmente el de inglés, el cual prefiero no nombrar, y donde toda la clase, e incluso profesores, mostraban discrepancias hacia él. Éste nunca confió en mí y mis posibilidades.
Por otro lado, cabe destacar, que al finalizar 2º de Bachillerato, el claustro de profesores, decidió aprobarme dos de las asignaturas que había suspendido en el global, con la finalidad de que pudiera realizar la selectividad, ya que tenia las suficientes capacidades según su criterio. Estas asignaturas eran inglés con un 3,5 y latín con un 4. Todos decidieron darme ese voto de confianza, excepto el de inglés, que me lo dio pero con el objetivo de que cursara un grado medio, porque una carrera jamás me la sacaría, ni siquiera la selectividad. Bastaba que fuera simplemente el de inglés el que dudara de mis capacidades, como para yo dar la campanada. Se podría decir, que de los que íbamos a presentarnos a selectividad (tan solo éramos 6), yo era de las notas más bajas de media de Bachillerato. Me presenté a selectividad con el enfado de todos mis amigos porque no estudié absolutamente nada, consideraba que si había aprobado Bachillerato, los contenidos ya los tenía más que adquiridos. Realicé la selectividad en la Facultad de Letras de Tarragona. Y allí fue donde conocí a una persona muy especial. Recuerdo que éramos tres alumnas por cada fila de sillas, yo estaba situada en medio de las otras dos chicas. A la hora de pasarnos los exámenes, se lo daban a la chica que se sentaba en el extremo, para que ella se encargara de distribuirlos a su fila. El primer día le tuve que decir: “Perdona, nos tienes que dar un examen a nosotras” Se ve que los quería hacer ella, porque se los quedó todos jeje. Raquel, sé que me matarás jaja. Sí, esa chica eraRaquel Ocaña, a la que todos conocéis. Cuando las notas de selectividad salieron, recuerdo que iba yo camino del Instituto, airosa porque había aprobado (lo miré por Internet), y me pararon por la calle unos compañeros, diciéndome: “Corre, en el Insti te están esperando, solo han aprobado 3 de 6”. Yo sabía que era una de esas aprobadas, pero lo que no sabía es que, de las notas más bajas que yo tenía de media de bachillerato, sería la que sacara la nota más alta en Selectividad, aprobando con un 6,5 aquella asignatura que me tuvieron que aprobar con un 3,5 (inglés) y con un 5 (latín). Todo había salido como todos esperaban, excepto el de inglés, que cuando le enseñé la nota de dicha asignatura, hizo caso omiso y siguió dándole la enhorabuena a una de mis compañeras. Tan solo yo, de mi instituto, conseguí sobrepasar la nota de 4 (que es la mínima exigida para aprobar Selectividad), y eso me hizo aún más fuerte y creer en mis propias posibilidades.
MATRÍCULA DE LA UNIVERSIDAD
El día de la presentación y Bienvenida a la Facultad de Ciencias de la Educación y Psicología, fui acompañada de mi padre. Era el primer día en que pisaba la Universidad. Al llegar al espacio donde debíamos reunirnos todos, vi a una chica que me miraba y le decía a su madre, lo mismo que yo le decía al mío: “Mira, esa chica de ahí, es la que estuvo a mi lado en la Selectividad”. Fue gracioso, pero lo fue aún más, cuando el primer día de clase, donde vas tímida y temblorosa, porque no conoces a nadie, me encontré sentada en un banco a Raquel, y me acerqué a ella. No pudimos evitar lucir una sonrisa, puesto que el hecho de haber coincidido en más de una ocasión, nos dotaba ya de cierta confianza y seguridad en nosotras mismas, aún más habiéndonos encontrado tiempo atrás, de fiesta, y conocer que ambas íbamos a cursar los mismos estudios. Ese mismo día, sentadas en ese banco, un grupo de chicas se acercó a nosotras, para conocernos. Estuvimos hablando un rato, y cuando decidieron irse hacia dentro para conocer la Universidad, una de ellas, nos preguntó: “Y por cierto, vosotras qué vais a estudiar?” Nuestra respuesta fue: “Pedagogía”. A lo que nos contestó: “Anda!! Qué casualidad!! Yo también! Pues entonces me quedo con vosotras!”. Esa otra persona, era Inés....
Y así seguimos hoy, después de cuatro años de Universidad, Juntas, con buenos y no tan buenos momentos, pero momentos que son nuestros y que te ayudan a crecer como persona y a comprender el sentido de la vida, que a veces, o a menudo, te traiciona, pero siempre encuentras a alguien que incondicionalmente está ahí... Gracias por todo a aquellos que estuvieron en todo este proceso de mi vida... Y lo que aún queda!
El martes 15 de Abril, tuvimos la oportunidad de mantener una "Entrevista-Conversación" con el inspector Josep Tarragó. Cabe decir que el proceso de ésta fue bastante dinámico y entretenido, ya que la apariencia y actitud que mostró hacia nosotros, fue de lo más natural, algo que hizo interesarnos por aquello que explicaba.
Podemos diferenciar la sesión en dos apartados, uno referente a las preguntas de tipo más personal, tales como la formación necesaria para ejercer de inspector, a que se dedica concretamente, etc. y por otra parte, las preguntas destinadas a nuestro ámbito de trabajo, es decir, nuestra investigación.
En cuanto a lo referente a su trabajo, me resultaron interesantes los datos sobre los profesionales que se dedican a esta profesión, y la trayectoria necesaria para llegar a ella. Digamos que es un ámbito laboral que me gusta, y por ello, los datos de la carga de trabajo, por falta de personal, me resultaron alarmantes, y porque no, en mi caso, motivador.
Por otra parte, en cuanto a nuestra investigación, las preguntas que le planteamos, fueron contestadas con suficiente detalle para aplicar a nuestra recogida de información. La casualidad fue, que mis compañeras (ya que yo no pude asistir a la visita que teníamos programada con el Inspector Roig), tuvieron el placer de conocer al Inspector Tarragó ese mismo día, sin que éste pudiera atenderle, y es por ello, que nos brindó la oportunidad de poder citarnos con él, para ampliar la información de la que ya pudieramos disponer. Por ello, el jueves próximo (todavía falta concretar), tendremos una nueva cita con él, con el fin de recoger más información y una nueva visión más amplia de la que ya nos pudo dar.
En definitiva, me resultó una sesión positiva, dinámica y enriquecedora.
Sabías que…? Prácticamente ninguno de los presentes en clase, supo decir cuantos datos cuantitativos pudimos visualizar a lo largo del vídeo, excusándonos, quizás, por el hecho de no dominar la lengua inglesa en su totalidad, o espantarnos al decir que habíamos obtenido unos 30 datos cuantitativos (Que montón! No puede ser!)?. Nuestra sorpresa fue cuando se dijo: “En este vídeo hay 95 datos cuantitativos!!”, así que en su búsqueda, encontré algunos de ellos:
En el tiempo estimado de esta presentación, nacieron 60 niños/as en EEUU, 244 en China y 351 en la India.
La compañía Nintendo invirtió más de 140 millones de dólares en investigación y desarrollo en el año 2002.
Más de 6.000 millones de mensajes de texto se envian y reciben todos los días, más que el total de personas que hay en el planeta.
Diariamente se publican más de 3.000 libros.
China se convertirá posiblemente, en el país dónde hayan más personas hablando inglés
Diariamente se publican más de 3000 libros
1 de cada 8 parejas de EEUU, se conocieron vía ON-LINE.
La página My Space tiene un promedio de 30 visitas diarias por segundo.
Para empezar, debo decir que me parece descabellada la idea de pensar que la escuela Pública, va a convertirse en Privada. Los vienes públicos deben seguir existiendo y ofreciendo sus servicios a los ciudadanos. De igual modo, opino que el término "privatizar" se está sacando un poco de contexto. Cuando está la iniciativa de implantar una nueva ley, en teoria, es para mejorar, aunque a veces no se consiga, pero ha sido tanto el "ruido" que han hecho los profesores de ésta, que todo el mundo, aún aquél que ni tan solo se haya leido las bases (y digo las bases, no los puntos que marcaban los trípticos y dípticos anunciando la vaga del 14-F), opinan que esta ley aporta nada más connotaciones negativas. Sí es cierto, que la medida de que el director sea quien decida que perfil de profesorado desea tener o no en su centro, no es, para mi punto de vista, la más adecuada, ya que para eso, hasta el dia de hoy, han existido unas oposiciones, con el fin de garantizarte una plaza fija, por méritos propios.
"Resulta inacceptable un sistema que prima el mínim esforç i la no-assumpció de responsabilitats."
Estoy totalmente de acuerdo, con esta cita del autor. No puede ser que el profesor tenga la percepción, de que su labor profesional, sea ir al aula, enseñar el temario, y marchar a casa. No. La tarea docente tiene una implicación, fuera y dentro de la escuela. No sólo hablamos del aprendizaje del alumno, sino que deberiamos estar hablando, también, de la del docente; de una formación permanente, con el fin de renovar sus conocimientos y adaptarlos al medio y contexto existente.
Lo que realmente se debería hacer, en lugar de tapar agujeros, es implantar una ley que realmente merezca la pena, cambiando el sistema educativo, si es preciso, que tantas dudas está suscitando, y empezar, en primer lugar, porque los políticos se conciencien que de este modo, no llegaremos a ningun lado, y los problemas ya van dejandose ver, cada vez, con más ímpetu.
En primer lugar, comenzaré mi reflexión personal, con el discurso de Rodríguez Ibarra, donde discrepo en consonancia. Para mi modo de ver, encuentro que este señor ha utilizado un tono irónico y despectivo para tratar la temática de las Nuevas Tecnologías.Es cierto, evidentemente, que los intereses de los más jóvenes, en la actualidad, es diferente a hace, diez, veinte o treinta años, pero también debemos entender la evolución en todos los ámbitos, en este caso, también en la sociedad, en la escuela, etc. Para mi punto de vista, opino que en la escuela e Instituto no se puede dejar de estudiar las materias básicas, y toda la historia que ello conlleva, pero si estoy de acuerdo, que se pueden realizar infinidad de actividades mediante las Nuevas Tecnologías, ámbito donde los jóvenes focalizan su atención, no dejando de lado todo lo demás y centrándonos única y exclusivamente en las Nuevas Tecnologías, porque según este Señor, es lo único que quieren aprender los jóvenes de hoy. Cada momento tiene su tendencia, y debemos aprender a enseñar, trasmitir los conocimientos basándonos en lo que a estos jóvenes les llama la atención (fomentar el uso de la interacción mediante la red, realizar trabajos a partir de intercambio de datos por Internet, realizar búsqueda por la red,…), actividades que a éstos sujetos les llame la atención y encuentren un aliciente por el que acudir a la Escuela e Instituto. Por ello, el profesorado debe renovarse, formarse continuamente para poder atender las exigencias y necesidades de la sociedad de manera constante, porque, el cambio es cada vez más acelerado, y debemos estar preparados para llevarlo de la mejor manera posible.
Y siguiendo en esta línea, podemos relacionar el otro vídeo sobre educación, donde cabe destacar que la educación va muy vinculada al tipo de gobierno que se esté llevando a cabo. No podemos comparar el régimen autoritario, donde la educación era a base de palizas, y el profesor era la persona a la que debías obedecer, sin dejar ver tu opinión, aunque discreparas con éste, al régimen democrático, donde todos tenemos los mismos derechos y obligaciones (en teoría). Lo que es realmente inconcebible, es la educación a base de “palizas”, la violencia es algo que debemos erradicar en nuestra forma de vida, y mucho más aún cuando los titulares actuales de nuestras noticias, es la muerte por maltrato doméstico. Debemos educar a partir de unos valores, unas normas, una igualdad, un respeto y tolerancia, pero nunca debemos olvidar que esta tarea nos concierne a todos los miembros que conforman la sociedad, y sobre todo la familia debe estar vinculada al centro escolar de sus hijos con el fin de tener un seguimiento de éste y una correlación entre la educación que reciba dentro y fuera del centro escolar. No más educación autoritaria, y más valores y libertad para todos.
Sí, se acabó...
